Tus reflejos.

Estás rota, lo sé.

Tu alma está quebrada y tu sonrisa llena de cicatrices, yo lo sé.

Y aunque te estés desmoronando sigues ahí, cerca de mí transmitiendo la misma felicidad de cuando nuestras miradas coincidieron, y de cuando nos encontramos por primera vez desesperados en una oscuridad que no tenía fin, y aún así, aquí estás tú, tan rota pero iluminando mi vida.

Estás dañada, lo sé. Dañada pero soportando más cargas, herida pero abrazándose y sacando la fuerza para mantenerse así misma.

¿Por qué de eso se trata, no?

De sobreponerte y continuar deslumbrando.

Eres admiración pura, porque donde quieras que llegas brillas, brillas aún teniendo el alma rota y la vida hecha un desastre. Irradias con tan sólo mirarte en el espejo.

¿Y quién te conocer mejor que tú?

Tú, quien hablas en las madrugadas contigo y lloras hasta dormirte, que te esfuerzas por ser cada día alguien mejor y aunque te juzguen y critiquen, sigues ahí, firme.

¿Quién te abraza mejor que tú?

Que en la soledad sigues dándote aliento y transmitiendo ese amor que tú y sólo tú sientes por ti.

¿Quién va a quererte mejor que tú?

Que eres la única que sabe cada partícula de tu cuerpo y de tu mente. Porque nadie, nadie va a saber quererte como tú lo haces.

Yo sé, sé que tus heridas van a sanar.

Tus caos van a calmarse.

Todos esos problemas que te causan desgaste, se solucionarán y esa sonrisa será sincera nuevamente.

Sólo sigue adelante, mantén pensamientos positivos, no te rindas.

Aquí estaré yo, para verte y disfrutar de la luz que tú das.

Eres hermosa.

                                                      🌙