Nuestro ciclo.

Mántenme vivo con tu sonrisa y hazme fuerte con tus abrazos.

Alimenta cada parte de mi con tu voz, esa voz que hace que olvide todo por un momento, se mi mejor momento.

Ilumina mi alma con tu mirada y que el color de tus ojos me devuelva la luz que tanto necesito.

Que tus manos sean mi esperanza para seguir y tus caricias la razón de mi tranquilidad.

Que los momentos contigo sean pausados para poder admirarte infinitamente y disfrutar de tu compañía agradable que me acoge en la oscuridad.

Porque causas tanto en mí de lo que pudieras imaginar. Estoy cautivo en tu belleza y fascinado por cada centímetro de tu existencia.

Tú que conviertes la fantasía en realidad y la realidad en incógnita, enlazando en pequeños momentos donde el complejo universo resalta en tus pupilas y la felicidad comparada contigo simplemente no es nada.

Ambos nos protegeremos hasta el final de nuestro ciclo, yo no creo en el destino pero sí creo en ti, en nosotros.

Como la portada de un libro viejo que nadie quiere leer, un contenido incomprensible y misterioso se oculta en ti, eso eres tú. Ambos somos iguales en ciertas partes. Un buen comienzo.

Vas más allá de mi entendimiento y eso me agrada.

                                                                                                                                    Insomnia