- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Querido progenitor:
Te escribo para darte
las gracias, ahora que tengo veintes años y que todo lo que he aprendido ha
sido por ti, porque me impulsas a seguir adelante día a día a pesar de tantos
obstáculos que se han presentado. Gracias por estar siempre conmigo en las malas
y en las peores, en las noches oscuras y frías donde nunca me hizo falta tu
amor porque siempre estuviste cerca de mí dándome esa seguridad y confianza que
solo tú sabes dar, gracias por esas palabras de aliento en los momentos
difíciles, por apoyarme en mis estudios y ayudarme en cosas que a veces no
entendía y me frustraba pero sin embargo tú estabas ahí, siempre con una
solución antes mis problemas. No sé cómo lo hacías y tampoco sé de donde
sacabas tantas fuerzas para soportarme, hasta que por fin entendí que soy un
ser especial para ti y que me amas más de lo que me pueda imaginar, más de lo
que pueda existir en este maravillo y hermoso mundo. Siempre trate de entender
las pequeñas cosas que hacías por mí, como cuando estaba dormido y sentía un
beso en mi frente y un leve susurro que me decía que me querías y que todo iba
a estar bien, como cuando decías que no dejarías que nadie me lastimaría pero
que sin embargo tenía que afrontar problemas más adelante pero que él creía en
mí y estaba seguro que superaría todo los obstáculos. Entendí a través de ti
que una mujer es lo que está más cerca de la palabra “Perfección”, que debía
cuidar de la mujer que amara y no lastimarla por nada del mundo, tu amor con mi
madre era algo que de pequeño no podía entender, no entendía su complejidad y
como compaginaban tan bien, tan perfecto, haciendo que lo perfecto fuese algo
simple delante de ustedes, y entonces supuse que eso era “Saber cuidar a una
mujer”. Siempre fui atento contigo ya que eras una persona de pocas palabras y
cuando decías algo a veces no entendía, “Te estoy observando”, una frase que
siempre me la recordabas y eso lo recordaba siempre ya que me hacía sentir que
tenía que dar lo mejor de mí.
Querido progenitor,
aun tengo un montón de cosas que decirte y un sinfín de palabras que expresarte
pero mientras tanto… Seguiré conservando ese sueño en el que tu y yo somos los
mejores amigos del mundo, seguiré en este sueño donde estamos juntos todos como
familia, seguiré soñando que no me abandonas y que en el día de mi nacimiento
tu estas presente, ahí, viendo como el llanto causado por mí al nacer derrama
lagrimas de felicidad que se pasean por tus mejillas, seguiré riendo y siendo
feliz porque contigo en este sueño todo es diferente…
Porque simplemente todo es un sueño y esa es la realidad.
1997-2017.
Insomnia.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Muy buena redacción, sigue así
ResponderEliminarGracias Marci♥.
Eliminar